martes, 9 de diciembre de 2008

MARCIAL Y LOS DEPORTES

Marcial, había nacido en las “Chacras” de Loventuel y desde muy joven practicó todo tipo de deportes que se podían jugar en aquellos años de la segunda década del 1900.
Así lo vemos integrando el equipo de futbol del “Atlético Loventuel”, junto a los demás jóvenes de la década del 30, cuando existían en todos los pueblos de alrededor uno o dos clubes con equipos formados para la confrontación.

Después, ya afincado en Victorica, se hizo aficionado a la pelota a paleta, ese deporte vasco que tenía innumerables cultores. Primero en la cancha de los Reale inaugurada en 1931 con la presencia del Gobernador del Territorio y autoridades locales.
Luego a partir de la década del cincuenta también con la segunda cancha que construyeron los Salesianos para el Oratorio “Don Bosco” en la esquina frente al Club Cochicó.
También a los juegos de salón se hizo aficionado Marcial que como tantos otros jóvenes se divertían en los “Hoteles”, “Bares”, Confiterías o Clubes, practicando el billar, la villa y por supuesto las barajas españolas con el juego más criollo, el truco.
Los bailes eran esporádicos, la radio aún no llegaba a esos lugares apartados de la geografía pampeana. Sólo el cine había hecho su entrada en la década del 20 en algunos “Hoteles” de la zona, de modo que la práctica de los deportes era una de las diversiones de los fines de semana.

Las carreras de caballo le atraían también y hasta tubo una yegua “Pochola”, una picaza que tenía algunas condiciones y con las que logró algunos entreveros en las cuadreras de Victorica en la década del 50.

A mediados de la década del cincuenta en el Club Cochicó, bajo la presidencia de don Domingo Di Dio se organizaron festivales de Box. Allí me llevó una noche a ver mi primer espectáculo de Box, cuando tendría unos 9 u 10 años. Recuerdo que se enfrentaron los valores locales Padrones, Di Dio y Soria con otros amateurs y la velada se completó con una exhibición de Walter Nieto y Ademar “Chito” Tebes.

De Izquierda a Derecha: "Zorro" Campanino, "Chito" Tebes, Rodriguez (periodista), "Indio" Paladino, Espinosa, "Golepa" Cabral y el último Marcial Roldán. Cuclillas al centro Osvaldo Maldonado e Ibrahin Alvarez. Fortín Roca, Santa Rosa (La Pampa) circa 1967/68.

Marcial siempre andaba haciendo fintas y poniéndose en pose para intercambiar golpes con quien le gustara. Tenía buena vista y era bastante ligero para sacar las manos.

El año 1951 me llevó a ver la pasada por los “4 esquineros” de los autos de Turismo de Carretera que venían por el camino costeando la vía desde General Pico, allí tomaban la curva y se dirigían de regreso hacia Winifreda.
Nuestra maestra, la señorita Tránsita Lucero de primer grado escribió en observaciones del Registro de Asistencias la siguiente nota: “Mala asistencia motivada por la carrera automovilística, vuelta de La Pampa.”

Cuando pudo compró una radio a acumulador y en las noches de Box del Luna Park, nos pegábamos a la radio para escuchar las memorables peleas de Gatica, Gil, Lause, Merentino y todos los grandes valores de mediados de la década del cincuenta.

En 1963 Marcial, junto a mamá Trinidad tomaron la decisión de dejar Victorica e instalarse en Santa Rosa, donde yo había elegido estar a partir de 1964 para proseguir mis estudios universitarios.

La década del sesenta fue propicia para el desarrollo del deporte de los puños en Santa Rosa. Probablemente haya sido esa década entre 1965 a 1974 la más prolífica en triunfos de boxeadores rankeados en distintas categorías.

Osvaldo Maldonado fue uno de ellos que consiguió alcanzar la máxima gloria de ser Campeón Argentino en la categoría mosca. El me regaló copia de esta foto en donde está Marcial, infaltable en las grandes veladas del Club Fortín Roca, el escenario de la calle 9 de Julio que se convirtió por aquellos años en el lugar de preponderancia del Box Profesional Pampeano que tuvo relevancia nacional e internacional.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts with Thumbnails